miércoles, 31 de octubre de 2012

Balada del niño soldado

 

1


Llegaron por la noche,
machete en mano. 

Degollaron a todos
y nos llevaron. 

Ahora vamos de noche,
los pobres huérfanos. 

La mirada vacía,
todos hermanos. 

Llegaremos al alba,
machete en mano. 
 

2


Vela el humo tus ojos,
tus ojos hambrientos
de vientos hermosos. 

Nada dice el muerto. 

Vela el humo la tarde,
la tarde asustada
de la roja sangre. 

Tú no dices nada.
 
 
Conrado Santamaría. Cancionero de escombros con hoguera. Trabuco, 2014.

martes, 30 de octubre de 2012

La rueda del hambriento

Por entre mis propios dientes salgo humeando,

dando voces, pujando,

bajándome los pantalones...

Váca mi estómago, váca mi yeyuno,

la miseria me saca por entre mis propios dientes,

cogido con un palito por el puño de la camisa.


Una piedra en que sentarme

¿no habrá ahora para mí?

Aun aquella piedra en que tropieza la mujer que ha dado a luz,

la madre del cordero, la causa, la raíz,

¿ésa no habrá ahora para mí?

¡Siquiera aquella otra,

que ha pasado agachándose por mi alma!

Siquiera

la calcárida o la mala (humilde océano)

o la que ya no sirve ni para ser tirada contra el hombre,

¡ésa dádmela ahora para mí!


Siquiera la que hallaren atravesada y sola en un insulto,

¡ésa dádmela ahora para mí!

Siquiera la torcida y coronada, en que resuena

solamente una vez el andar de las rectas conciencias,

o, al menos, esa otra, que arrojada en digna curva,

va a caer por sí misma,

en profesión de entraña verdadera,

¡ésa dádmela ahora para mí!


Un pedazo de pan, ¿tampoco habrá ahora para mí?

Ya no más he de ser lo que siempre he de ser,

pero dadme

una piedra en que sentarme,

pero dadme,

por favor, un pedazo de pan en que sentarme,

pero dadme

en español

algo, en fin, de beber, de comer, de vivir, de reposarse,

y después me iré...

Hallo una extraña forma, está muy rota

y sucia mi camisa

y ya no tengo nada, esto es horrendo.




César Vallejo. Poemas humanos. Obra poética completa. Alianza, 1994.

Imagen: Antonio Berni. Desocupados, 1934

sábado, 27 de octubre de 2012

La sajadura del afilador


Un puñado

de finas hebras

nos sostienen.

Una

fibra,

un

cordel,

un hilito,

sos-

tie-

nen

el orden. 


Y sus diez millones cuatrocientos

treinta y cuatro cuchillos

                                               romos.

Y sus trescientas treinta y cinco mil tijeras

                                                                               sin afilar.






David Franco Monthiel. Libro de la servidumbre. Germanía, 2011.

Fotografía: Tina Modotti. Hilos telefónicos, 1925

viernes, 26 de octubre de 2012

País


País rico en sol; en sangre

vertida y seca al sol, para que adorne

(dicen ellos) la enseña; país rico

en olivos, naranjas, monjas, cobre,

panderetas y vinos; mucho espíritu

y bastante ganado.

                                   País rico en tradiciones

sacrosantas, Historia y grandes muertos.

País rico en salvaciones.

País rico en ricos.

 Sólo el pueblo

 pobre.

 País desde luego antiguo.

Milenario

o más. No sólo en piedras y en nombres

igualmente gastados, sino en usos,

costumbres, feudos, y sobre todo en devociones

in me mo ria les. 


País viejo,

padrastro ya inmisericorde,

con delirios (ay, de grandeza, dicen),

manías y rencores

de viejo loco.

Sólo el pueblo

Joven.





Eugenio de Nora. Angulares. 1975.

Fotografía: Cristina García Rodero

martes, 23 de octubre de 2012

El plan de ajuste para el recorte


El plan de ajuste para el recorte

de tu vello púbico se debate

en los pasillos de la Comisión Europea. 


Recortar el exorbitado gasto púbico

es el objetivo declarado ante la BBC,

se eliminarán las ayudas para las cuchillas

reutilizables, se terminarán los cursos

de corte gratuitos,

las cátedras púbicas

serán de tijera pequeña,

sólo quedarán tres hojas

públicas de uso alterno: 


la ajustada tajadera del FMI

la gruesa navaja interesada del BCE

la bien calificada guillotina de la Agencia de Rating 


Pero en Atenas hay demasiado vello

púbico, y en Dublín y en Lisboa,

también lo habrá en Lavapiés

y en el Puente de los Franceses

y en la plaza del Sol

y en la plaza del 15 de mayo

el vello púbico es el bien más preciado

tu púbico vello es mi bien más preciado

lo defenderé con fe y valor

alzaré mi bandera entre tu vello púbico

en pie presentaré batalla

solo permitiré una cuchilla Confederada

con la humedad de tu corazón. 


¡A las barricadas, a las barricadas,

por el triunfo de la Confederación!

¡A las barricadas, a las barricadas,

por el triunfo de la Confederación! 





Pedro L. Verdejo. Crisis sistémica. Germanía, 2011