jueves, 29 de junio de 2017

REBELARSE HACE CAER LA NIEVE



No dejes que te pongan una moneda en la mano,

Tírala al suelo y roba un libro,

Lee pensando bajo la sombra de los árboles

Y sé lo que eres no lo que quieren que seas.


Recuerda que todos los imperios han caído,

Tú eres todo un sistema solar que nada en los pantanos,

No duermas aún, no te hace falta,

Queda tanto amor por compartir,

Tantas rosas vivas como tu misma vida.


Nunca te creas lo que te dicen,

La mentira es sólo una cuestión política,

Ejercita tus manos, tu aliento, tu voz, todo lo que es tuyo

Y no esperes a que te boten un barco al cual subirte.


La vida es más sublime de lo que tú mismo piensas,

Ahí fuera te espera la belleza, la naturaleza, el amor hacia todas las cosas,

Escribe siempre para no pactar con las palabras,

Pues el lenguaje ha sido impuesto.

Y tú formas parte ya de otro lenguaje.


Adivina para siempre lo que quieres hacer con este mundo

Y prepara tu ropa para andar todos los caminos.

No cambies nunca tu obsesión por la lluvia,

Han de caer años y siglos para que el tiempo

Sea de nuevo el tiempo y no la máscara de los teatros.


Rebélate, no esperes más,

Sólo te tienes a ti mismo para corregir todos los pueblos.

Ha llegado tu hora. Hay que partir.

Mañana el libro que robaste

Será leído por todos los océanos.


Vive el presente y teje tu conciencia.

Recuerda que tú sólo significas

La inmensa vocación de ser el mundo.


Amigo mío, escucha estas palabras

Y ámate.

Todo es posible si dejas de pensar en la muerte.





Emilio Arnao. En Contra. Poesía ante la represión. Coordinadora Anti Represión de Murcia, 2016.

Imagen: Protectores contra la nieve. Montreal, 1939.

martes, 27 de junio de 2017

¿Cuál es la utilidad o la función de la poesía en la actualidad?



“¿Cuál es la utilidad o la función de la poesía en la actualidad?” es una pregunta no menos dolorosa aunque la hagan con insolencia tanta gente estúpida o la respondan con disculpas tanta gente necia. La función de la poesía es la invocación religiosa de la Musa; su utilidad es la experiencia de una mezcla de exaltación y de horror que su presencia suscita. ¿Pero y “en la actualidad”? La función y la utilidad siguen siendo las mismas; solo ha cambiado la aplicación. En un tiempo esta era una advertencia al hombre de que debía mantenerse en armonía con la familia de criaturas vivientes entre las cuales había nacido, mediante la obediencia a los deseos del ama de casa; ahora es un recordatorio de que no ha tenido en cuenta la advertencia, ha puesto la casa patas arriba con sus caprichosos experimentos en la filosofía, la ciencia y la industria y se ha arruinado a sí mismo y a su familia. “En la actualidad” es una civilización en la que se deshonran los principales emblemas de la poesía. En la que la serpiente, el león y el águila pertenecen a la carpa del circo; el buey, el salmón y el jabalí, a la fábrica de conservas; el caballo de carreras y el galgo, a las casetas de apuestas, y el bosque sagrado, al aserradero. En la que la Luna es menospreciada como un apagado satélite de la Tierra, y la mujer, considerada “personal auxiliar del Estado”. En la que el dinero puede comprar casi todo menos la verdad y a casi todos menos al poeta en posesión de la verdad.




Robert Graves. La Diosa Blanca. Alianza Editorial, 2014. Traducción: William Graves.

domingo, 25 de junio de 2017

SEÑALES



Sientes que la calma ha llegado.

El tiempo de contar ovejas quedó atrás.

No apagues la luz. No duermas, todavía.

Comienza a enumerar leones.





Gsús Bonilla. Poesía General Básica 2007/2017. La Penúltima, 2017.

Imagen: Misha Gordin. El mar perdido, 2015.

sábado, 24 de junio de 2017

Una inscripción



Fue en Roma,

donde había en aquella época

grandes concentraciones de capital

y masas obreras con escasas posibilidades de subsistir.


Los poetas no acusaron el problema,

porque Roma debió de ser una alegre ciudad

en tiempos de Nerón,

Aenobarbo, parricida,

poeta de ínfima calidad.


Algunos hombres sencillos

envenenaron las fuentes

y se opusieron al régimen oficial.


Acaso fueron hombres como este

que yace en paz,

trabajador de humildes menesteres

o, tal vez, mercader. Un día

le fue comunicada

cierta posibilidad de sobrevivir.

(Se ignora si fue sacrificado

por semejante crimen.)

Sin embargo murió; es decir, supo

la verdad. Piadosamente

repito estas palabras

sobre la piedra escritas

con igual voluntad:

“Alegre permanece, Tacio,

amigo mío,

nadie es inmortal”.





José Ángel Valente. A modo de esperanza, 1954. En El grupo poético de los años 50. Una antología de Juan García Hortelano. Taurus, 1977.

Imagen: Atenas, 2008.

viernes, 23 de junio de 2017

PERCEPTIVA



Don Quijote veía gigantes,

nosotros sujetos revolucionarios.





Antonio Orihuela. Cosas que tiramos a la basura. Amargord, 2012.

Imagen: Previa de la película Avatar, San Diego.