Escombros con hoguera
"Quien duerme, quien duerme, quien duerme, despierte." Lope de Vega
lunes, 27 de junio de 2022
domingo, 26 de junio de 2022
ÚLTIMAS PALABRAS
La ley desaparece el mundo desaparece las chozas se desploman los diamantes se licuan los labios bajan a tocar las campanas de yeso los asesinos sorben la espuma arden las órdenes los manantiales las cabezas arden con el pelo liso los enfermos abandonan la certeza el sueño las manzanas dejan de madurar no sé si me explico la primavera en una camilla un palo no hay respuesta el autobús cambia de ruta los constructores van al bautizo las prisiones desaparecen los cubos de los hospitales la muerte y sus nombres
Juan Carlos Mestre. La bicicleta del panadero. Calambur, 2012.
Imagen: Shana and Robert ParkeHarrison
A GOLPES DE SILENCIO
Se hiere la cabeza con uno o varios golpes,
se lastima el cuerpo con uno o varios golpes,
pero no se hiere el sueño ni la palabra,
pero no se lastima la resistencia y la certidumbre,
no, porque la palabra no se silencia ni se apaga
y el cuerpo es una peligrosa coraza a favor del sueño
y la resistencia es un pecho completo de estribillos
donde se canta la doctrina y el parto nunca mendigo,
donde la sangre suda amaneceres sin naufragios
y donde la carne es un recordatorio oblicuo al tiempo
que deja a resguardo su esperma con buenos verbos.
Todo golpe es una metáfora que empeña su muerte
y todo canto es una mujer con el vientre afilado.
El futuro es un basural que hay que limpiar a cada instante.
No dejes con los pies fríos a la inocencia, a la palabra
y al puño que levanta la esperanza.
Juan Antonio Correa. En Contra. Poesía ante la represión. Coordinadora Anti Represión de Murcia, 2016.
Imagen: Juha Arvid Helminen
viernes, 24 de junio de 2022
GEOGRAFÍA POLÍTICA
¿Y esa montaña?
Se llama orden social,
por ella baja la dominación
tan natural como la lluvia.
A sus pies puedes ver
el arrozal invisible,
la maquila invisible,
la mina invisible,
la bala invisible,
la sangre invisible,
la víctima invisible,
los muertos invisibles,
el hambre invisible,
las clases invisibles,
la explotación invisible,
el hombre invisible
y el reluciente mercado.
Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Amargord, 2014.
Imagen: Gilbert Garcin
jueves, 23 de junio de 2022
Bailando bajo la lluvia
Por estancias inmaculadas,
por cableados subterráneos,
por bulevares trasparentes
de neón y cobalto,
yo tenía una sombra,
un corazón,
no me toques.
Mientras bailábamos
a las puertas de los cines de estreno
entre los soldados imperiales,
una lluvia finísima
de datos y algoritmos
empapaba nuestros sentidos y diluía
poco a poco
nuestras opciones.
¡Cómo nos dejábamos seducir!
¿Cómo no vimos que los procesos
y los implantes nos ahormaban la memoria
y los ojos
con falsillas de purpurina?
No me toques.
Cada vez con menos palabras,
nos veíamos entre interferencias y latidos
de máquina
contra la luz parpadeante
de las pantallas, y nos sonreíamos
a través de las ondas, a través
del espacio y del tiempo,
con una sonrisa que había dejado de ser
ambivalente.
¿Qué sentías?
¿Quién calculaba todas
mis emociones? ¿Qué turbia
geometría organizaba nuestros deseos?
No me toques.
Al atardecer oíamos cómo
estallaban sin tregua las alarmas,
los altavoces,
los golpes de los cuerpos
cayendo por el aire,
las descargas eléctricas
en las alambradas bajo la lluvia.
Y seguimos bailando
entre los soldados imperiales,
como medusas volátiles
en peceras iluminadas,
empapados de vibraciones,
cadenciosos,
imperturbables,
sin contrasentidos,
bailando y bailando en un bucle
absoluto
en el que nuestras siluetas sin sombra
– yo tenía una sombra,
un corazón,
no me toques –
se hundían en un mar de mercurio
expansivo
que empavonaba y sintetizaba
definitivamente
todos nuestros delirios.
Conrado Santamaría Bastida. Totalitaria. Ediciones del 4 de agosto, 2021.
Imagen: Alex Garland. Ex_Machina, 2015.