viernes, 30 de abril de 2021

UN FINAL


 

Ella creía estar enferma.

Creerlo significa sentirse diferente, e incluso serlo.

Por eso abrazaba al árbol de Karraspio, al fondo de la carretera, junto a la antigua cordelería.

Le pasaba las manos por la corteza centenaria como haría una monja con el torso de Cristo.

El gran árbol daba buena sombra, y de los tres clavos hundidos en su tronco, colgaban en verano macetas de geranios o de surfinias.

Ella, que nunca susurraba porque atenuar la voz es rendir armas a la piedad ajena, pronunciaba entre dientes unas cuantas palabras: cuidar sanar perdonar hasta mañana.

Casi todos los días, sus pasos rodeaban quinientos años de hojas y de nudos, como pisando un templo desde donde se viera el horizonte.

El asma es fácil de engañar si confías en la savia y no te avergüenzan las miradas.

Murió súbitamente en su casa una tarde, dos días después de la tala.

Talaron el árbol, súbitamente.

Dicen que estaba enfermo.

Dicen que fue una orden de la concesionaria para los nuevos servicios.

Pero nosotros vimos el corte, y la carne leñosa brillaba sana en las firmes rodajas.

Casualidades:

muerte y crimen casi simultáneos deshaciendo geobiografías en un par de horas escaso.

 

UN FINAL

 

Gaixorik zegoela uste zuen berak.

Eta uste izateak esan nahi du bestelakoa sentitzea, edota baita izatea ere.

Horregatik besarkatzen zuen Karraspioko arbola, errepide-muturrean kordeldegi zaharraren ondoan.

Eskuak pasatzen zizkion ehunka urteko azaletik moja batek Kristoren soinean egingo lukeen legez.

Arbolatzarrak geriza ederra ematen zuen eta, enborrean sarturiko hiru iltzeetatik,udan lorontziak ageri ziren dindilizka, geranioak edo surfiniak.

Berak, inoiz xuxurlaka mintzatzen ez zenak ahotsa apaltzea inoren errukiari armak makurtzea delako, berba batzuk ahoskatzen zituen hortz artean: zaindu osatu barkatu bihar arte.

Ia egunero, haren pausoek bostehun bat urte hosto eta adabegi inguratzen zituzten, zeremuga ikusten den templu bat zapaltzen bezala.

Asma engainaerraza da izerdiaz fio bazara eta begiradekin lotsatzen ez bazara.

Bat-batean hil zen etxean, arrats batean, bota eta bi egunera.

Zuhaitza bota zuten, bat-batean.

Gaixorik omen zegoen.

Zerbitzu berriez arduratu behar zuen kontzesiodun enpresaren agindua izan omen.

Baina guk ikusi genuen ebakia, eta zurezko haragia osasunez distiratzen zen xerra trinkoetan.

Kasualitateak:

heriotza eta krimen ia-ia aldiberekoak geobiografiak suntsituz ordu pare eskas batean.

 

 

Miren Agur Meabe. En (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016). Edición de Marta López Vilar. Bartleby, 2016.

Imagen: Ansel Adams. Untitled (Georgia O'Keeffe and Tree), c. 1938.

jueves, 29 de abril de 2021

Espacios incruentos


 

Quizás

la escritura

nada tenga que ver

con la vida ni con la muerte.

 

Tal vez solo sea

una forma de expresar

la insumisión activa,

el rechazo absoluto,

la desobediencia cósmica,

 

la lucha desigual de un hombre solo

contra todos los poderes,

 

la búsqueda desesperada

de espacios incruentos.

 

 

Manuel Lombardo Duro. Allegro bárbaro. RaRo, 2008. En Negra Flama. Poesía antagonista en el estado español. CNT Jaén, 2013.

Imagen: Gert Heinrich Wollheim. Bärtiger Mann mit Pfeife, 1957.

miércoles, 28 de abril de 2021

[Yo era una hermosa piedra para el aire.]


 

Yo era una hermosa piedra para el aire.

Espesa, rotunda, y con un ojo claro

para alcanzar al águila en el pecho,

con la marca de la sangre del azor

–otra forma de decir mi propia historia–

o de un pájaro cualquiera para el caso,

con la marca de las plumas del azor

o del águila también, o la serpiente,

con la marca de la tinta del azor

con que escribir los nombres aún alados,

la nómina particular del corazón.

 

 

María Ángeles Pérez López. Tratado sobre la geografía del desastre, 1997. En Mecanismo animal. Ediciones del 4 de agosto, 2018.

Imagen: Daria Petrilli

martes, 27 de abril de 2021

[el primero de mayo]


 

el primero de mayo

se celebraba en julio, el dieciocho;

el catorce de abril

se pasó al uno.

y las festividades religiosas

eran tan numerosas

que nos tenía envidia el vaticano.

 

 

Jesús Munárriz. Cuarentena. Turner Ediciones, 1977.

Imagen: Oriol Maspons. Ciclista, 1963.

lunes, 26 de abril de 2021

[Cuando con su laúd canta Corinna]


 

Cuando con su laúd canta Corinna

ni las palabras ni la música son suyas;

solo el largo pelo cayendo

por su mejilla, solo el canto

de seda contra sus rodillas

y estas

ajustadas a miradas que reverberan.

 

Comedida, temblando e insatisfecha, ante

una puerta abierta, esa jaula de jaulas,

dinos tú, pájaro, tú, máquina trágica—

¿es esto el fertilisante douleur? Clavada

por el amor, para ti la única acción natural,

¿tienes más agudo deseo

de forzar los secretos de la bóveda? ¿te ha enseñado la Naturaleza

a ti, la nuera, las cuentas de la casa

que sus hijos nunca vieron?

 

 

When to her lute Corinna sings

neither words nor music are her own;

only the long hair dipping

over her cheek, only the song

of silk against her knees

and these

adjusted in reflections of an eye.

 

Poised, trembling and unsatisfied, before

an unlocked door, that cage of cages,

tell us, you bird, you tragical machine—

is this fertilisante douleur? Pinned down

by love, for you the only natural action,

are you edged more keen

to prise the secrets of the vault? has Nature shown

her household books to you, daughter-in-law,

that her sons never saw?

 


Adrienne Rich. Snapshots of a Daughter-in-Law, Poems 1954-1962, 1963. Traducción: Conrado Santamaría

Imagen: James Smetham. The Mandolin, 1866.