Vale, lo hemos entendido.
Nos forzaste a venir a este
mundo sin preguntarnos
si estábamos de acuerdo.
Lo hicisteis porque creéis
que tener hijos es divertido,
pero para nosotros no lo es.
Nuestro hermano Zain,
que aparece en la película
de Nadine Labaki
Cafarnaúm, denunció a sus
padres por haberle
dado a luz en un campo de
refugiados sirios,
y todos nos unimos a él.
Vale, nos habéis convocado a
este mundo de mierda
donde el aire nos asfixia
en Taranto y Nueva Delhi,
donde hay que besar el culo
a algún mierda
con corbata si quieres tener
un salario de mierda.
Vale, ustedes nos han traído
a esta mierda de mundo
de mierda donde para ir a la
escuela
tengo que vender veinte años
de la vida que tendré
si la tendré
y verás que no la tendré
porque nos trajiste a un
mundo
donde los estados asesinos
tienen la bomba nuclear
y casi todos los líderes que
vosotros habéis elegido
son como Hitler Modi Hitler Trump
Hitler Dutarte Hitler Erdogan Hitler Putin Hitler
Xi Jing Ping Hitler Netanjahu Hitler Macron Hitler
y sigue tú si te apetece.
Entonces Greta Thunberg está
en huelga
buena chica buena chica un
poco ingenua
pues aún cree que los
poderosos de la tierra
le hacen caso.
Pero no hay más poderosos en
la tierra
hay un monstruo inexpugnable
y abstracto
que nos ha atrapado y nos
está sofocando.
Un millón de niños buenos
han seguido a Greta,
la mayoría blancos pero son
como nosotros:
no son culpables de lo que
pasó en el siglo pasado
no son culpables de la
extracción y explotación
no son culpables de las
partículas finas
que nos provocan el asma y
el cáncer
no son culpables de las
inundaciones
y de los drones que
bombardean
no son culpables de los
niños asesinados
por los israelíes en el
gueto de Gaza.
No tienen la culpa ni
memoria de las promesas
tontas de las esperanzas
tontas
de las tontas palabras
progresistas y esperanzadoras
que se creían nuestros
ingenuos coetáneos de hace
medio siglo en
milnovecientossesentayocho.
Vale, lo entendimos, no hay
posibilidad de reducir
el polvo fino que nos causa
el cáncer
antes de treinta años.
Un impuesto sobre el
plástico colapsaría
los beneficios de las
empresas de embalaje
de Emilia, así que no se
puede poner un impuesto
sobre el plástico y el
plástico ha invadido los mares,
ya no podremos nadar.
Vale, no hay ninguna
posibilidad de desmantelar
las bombas nucleares que
pronto explotarán
en Karachi e Islamabad.
Bosques en llamas en
California
Bosques en llamas en Siberia
Bosques en llamas en
Amazonia
Bosques en llamas en
Australia
Y todo este fuego no lo
prendimos nosotros.
Vale, lo hemos entendido, no
tendremos
un salario suficiente para
irnos de vacaciones
como hacía el abuelo
trabajador de Italsider
que ahora se está muriendo
de cáncer, al menos
a sus 30 años podía irse a
la playa
diez días al año
con toda la familia
hace 40 años.
Entonces sabes qué te digo:
hemos entendido que el
espectáculo se llama
Apocalipsis
y que el Apocalipsis es un
espectáculo excitante
pero solo si yo soy el
director, solo si los actores
son mis compañeros
que tienen 16 años
que tienen 13 años
que tienen 12 años y queman
la escuela
y queman la iglesia
y queman la casa
y queman toda la ciudad
sabes qué te digo
mejor el apocalipsis
iluminado por los fósforos
que compré en el estanco
mejor el apocalipsis que
puedo grabar
con mi cámara Samsung 340
armada con los últimos
programas de Sony
y transmitida por doquier en
las memorias
olvidadizas de Instagram.
Arde chico arde
que sea un final eufórico
nadie se salvará
atraparemos al hijo del amo
ya le gustaría fugarse con
la nave espacial Tesla
hacia un planeta lejano
le atraparemos antes de que
pueda subir
a su starship interestelar.
Vale, lo hemos entendido con
vuestra obsesión
por las ganancias y el banco
habéis creado condiciones de
extinción inevitable.
La extinción me vale
mientras sea una explosión
no una muerte lenta,
dolorosa y agotadora
y aburrida
como la vida de mi padre que
trabaja en un banco
que trabaja en la fundición
que trabaja para la compañía
que le provoca el cáncer
y el asco.
Franco Berardi. En Se agota el tiempo. Rebelión poética por el
clima y contra la crisis ecosocial en apoyo de Rebelión Ciéntifica y los
ecologistas criminalizados. VV. AA. Coordinación: Militancia Poética y
Antonio Orihuela. La Vorágine, 2024.
Imagen: Christer Strömholm