una taza se rompe
y de repente
el cráneo de un gato contra la acera
el esqueleto de un pájaro
las cien púas de un erizo
el aguijón de todas las avispas
vuelven a quebrarse ante mis ojos
agradecen mi compañía
con su obstinada sombra
no sé de qué hablan cuando dicen frío
no sé de qué hablan cuando dicen silencio
Isabel Bono. En (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016). Edición de Marta López Vilar. Bartleby, 2016.
Imagen: Daido Moriyama. Bandaged Finger, 1987.
Abro los ojos y de repente estamos bastante muertos. No sé de qué nos reímos, si nuestra alegría sigue soñando.
ResponderEliminarLa risa refleja de los muertos vivientes, la disociación del ser y del parecer. Salud!
Eliminar"Ya el hombre apenas llora.
ResponderEliminarSe pregunta por el sabor a muerto de su lengua". Antonio Gamoneda
Salud!
Gamoneda, siempre estremeciendo: la enunciación del escalofrío. Salud, Loam!
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