Te vistieron de gris con
uniforme
te dieron una chapa y una
porra
y saliste a la calle tan
conforme
con permiso oficial de armar
camorra
dispuesto a demostrar todo
lo enorme
que es tu amor a la patria
que en la gorra
viene representada
aquiliforme
aunque en el fondo no es más
que una zorra,
dejaste el azadón que hoy
enmohecido
dormita en el corral que
abandonaste
-se puede uno ganar bien el
cocido
sin trabajar-: aquel maldito
traste
áspero sucio feo retorcido
no es como la pistola: ¡qué
contraste!
Aníbal Núñez. Obra poética. Hiperión. 2005.
Imagen: Rodea el congreso.
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