Tropezando
iba el parado
costana
abajo:
solo
va, y se oía el llanto.
Donde
el parado hunde la tarde,
en
el banco de aquel parque,
solo
va, y se oía el llanto.
Conrado Santamaría. Cancionero de escombros con hoguera. Trabuco, 2014.
Imagen: Tarde de invierno. Isidre Nonnell
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