Despiertas otra vez
en mitad de la noche
y en la bruma de sueños repetidos
buscas una señal desesperada.
Nadie fija la pauta.
Y sales a la calle,
y te empapa una lluvia repentina,
y el sol te deslumbra.
Nadie cuenta tus pasos
ni las hojas que caen de los árboles.
De vuelta a casa,
observas en la alfombra
ese dibujo complicado y mudo
y la angustia te agarra.
Nadie teje los hilos,
los hilos siempre absurdos de esta vida.
Amalia García Fuertes. IX Cuaderno de Profesores Poetas. IES Francisco Giner de los Ríos,
2013
Imagen: Diego Velázquez. Las hilanderas (detalle).
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