Llegó a Madrid un periodista.
Vladimir
Lifshitz.
Hice turismo con mi esposa por España,
bebí vino malo y comí poco,
como si leyera un libro en una edición demasiado nueva
y encima demasiado tarde.
Desde las afligidas avenidas barcelonesas
con sus portales señoriales
al sur, hacia los
olivares andaluces,
sin acercarnos a los vascos explosivos,
hacia los silenciosos
arabescos de la Alhambra, como cartas sin enviar,
a los oscuros reflejos árabes ondulándose en los estanques
-
a las cartas esparcidas por las heladas, asquerosas
trincheras de Teruel.
¿De aquella olvidada, de aquella primera guerra, qué
gritan? -
¿De aquella guerra, en la cual mi padre quiso ser matado,
qué callan? - sin firmar, pero selladas
con rueda y
pezuña.-
Apenas se oye- “ten presente que los comunistas son unos traidores…”-
susurra- “… los marroquíes nos fusilarán…”
…Nos paseamos
embobados
gastando euros
alegremente.
Delante de “España” pongamos “visitado”
y para celebrarlo tomemos una copita.
¡Ea! a una
españolita pediremos
nos baile un tsiganochka*–
flamenco.
* Tsiganochka – baile gitano de origen ruso
Lev Lósev. En La
hora de Rusia. Poesía contemporánea. Visor, 2011.
Traducción: Joaquín Fernandez-Valdés Roig-Gironella
Imagen: Juan Guzmán. María Ginesta en la terraza del
Hotel Colón de Barcelona, 1936
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