Ciertamente se acerca una revolución
distinta a las
habidas en la historia,
la de los chicos de
Internet,
la de los
facebook-man,
la definitiva.
La de los ex
obreros
que añoran las
obras
de tres mil euros
mensuales
por manejar la
excavadora.
La de los utópicos
rebeldes
que cambiaron los
libros, los estudios
por tener siempre
llena la billetera.
De anarquistas que
odian las multinacionales
y lo cuentan
colgándolo en el Twitter
desde su móvil de
última generación.
La de los
guerrilleros engañados
con zanahorias en
forma de coches
y casas en
propiedad.
La de los
trotamundos que adoran viajar,
conocer otras
culturas,
y añoran los
cruceros,
los daiquiris en
playas del Caribe
y no poder volver a
Nueva York.
La de los
pacifistas
que organizan
debates revolucionarios
los viernes por la
noche
en la barra del
bar.
Ciertamente se
acerca una revolución
distinta a las
habidas en la historia…
la definitiva.
Roberto Menéndez. Desde la cornisa. La baragaña, 2015.
Imagen: Francis
Picabia. La revolución española,
1937.