Yo voté a Reagan por miedo al comunismo.
Pasé delante del cadáver de Franco
y aparqué en la Via Caetani
el coche que llevaba el cuerpo de Moro.
Yo fui uno de los campesinos
que denunciaron al Ché
y uno de los guardias civiles
que intentaron tirar al suelo
a Gutiérrez Mellado.
Creí ver algo en la loma de Dallas
pero no dije esta boca es mía.
Me chivé de mis vecinos judíos
escondidos en un falso techo.
Pero lo hice porque tenía miedo.
No me mires así: tú habrías
hecho lo mismo.
Zweig murió por los pecados de alguien
pero no por los nuestros.
Víctor Peña Dacosta. En Voces del Extremo. Antología 2012/2016. Coord. Antonio Orihuela.
Amargord, 2017.
Imagen: Mircea Suciu.
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