Irreductibles restos
de predicados somos,
desechos de certezas,
informalizable
vida
que se escurre
secreta
entre inferencias ciegas.
Conrado Santamaría. Totalitaria. Ediciones del 4 de agosto, 2021.
Imagen: Man Ray. Venus, 1937.
Irreductibles restos
de predicados somos,
desechos de certezas,
informalizable
vida
que se escurre
secreta
entre inferencias ciegas.
Conrado Santamaría. Totalitaria. Ediciones del 4 de agosto, 2021.
Imagen: Man Ray. Venus, 1937.
¿Eliminar el virus del mensaje? El virus suele ser el mensaje mismo (hábilmente manejado por la ortodoxia para propagarse).
Juan Carlos Lazaga. Ver es haber visto.
Imagen: Andréi Shatilov
El día de año nuevo nos tumbamos en el césped.
No hacía nada de frío y nos habría gustado
oler a cloro, arrancar las baldosas,
recrear un agosto largo y ancho.
Te cogía de la mano con deseo
igual que en esas fotos preciosas del futuro.
Pero la piscina estaba vacía.
Luego empezó a llover copiosamente
y la lluvia tiraba las guirnaldas,
embarraba la imagen.
No teníamos costumbre de la lluvia,
ni de un amor tan árido
que nos hacía correr a todas horas,
dando vueltas en círculos.
Cuando paró la lluvia, regresamos a casa.
La fiesta había terminado para siempre.
Rosa Berbel. Los planetas fantasma. Tusquets, 2022.
Imagen: David Hockney. A Bigger Splash, 1967.
Lo ya logrado
primero fue soñado,
después peleado.
Los sueños no sólo sueños son, Calderón.
Juan Carlos Alda. Candela en rama. Amargord, 2017.
Imagen: Tarsila do Amaral. Operários, 1933.
Las personas en cuyo organismo se detectan apreciables cantidades de oriol, suelen estar justamente capacitadas para ingresar en el martirologio o seguir la carrera de las armas. No se conocen casos de incertidumbres electivas o defecciones netas. Sólo en último extremo acceden determinados individuos a esa gloria no efímera que encumbra por igual a petimetres, atletas, locutores, caciques. Pero es poco probable: una herencia de fámulos asegura también el galardón adicional de la obediencia ciega.
José Manuel Caballero Bonald. Laberinto de fortuna, 1984. En Somos el tiempo que nos queda. Obra poética completa 1952-2009. Austral, 2011.
Imagen: W. Eugene Smith, 1944.