Tras tu estela azul
por los laberintos
hondos de Estambul.
Conrado Santamaría. Tanteos.
Imagen: Ara Güler
Tras tu estela azul
por los laberintos
hondos de Estambul.
Conrado Santamaría. Tanteos.
Imagen: Ara Güler
Otro poco de calma, camarada;
un mundo inmenso, septentrional, completo,
feroz, de calma chica,
al servicio menor de cada triunfo
y en la audaz servidumbre del fracaso.
Embriaguez te sobra, y no hay
tanta locura en la razón, como este
tu raciocinio muscular, y no hay
más racional error que tu experiencia.
Pero, hablándolo más claro
y pensándolo en oro, eres de acero,
a condición que no seas
tonto y rehúses
entusiasmarte por la muerte tánto
y por la vida, con tu sola tumba.
Necesario es que sepas
contener tu volumen sin correr, sin afligirte,
tu realidad molecular entera
y más allá, la marcha de tus vivas
y más acá, tus mueras legendarios.
Eres de acero, como dicen,
con tal que no tiembles y no vayas
a reventar, compadre
de mi cálculo, enfático ahijado
de mis sales luminosas!
Anda, no más; resuelve,
considera tu crisis, suma, sigue,
tájala, bájala, ájala;
el destino, las energías íntimas, los catorce
versículos del pan: ¡cuántos diplomas
y poderes, al borde fehaciente de tu arranque!
¡Cuánto detalle en síntesis, contigo!
¡Cuánta presión idéntica, a tus pies!
¡Cuánto rigor y cuánto patrocinio!
Es idiota
ese método de padecimiento,
esa luz modulada y virulenta,
si con sólo la calma haces señales
serias, características, fatales.
Vamos a ver, hombre;
cuéntame lo que me pasa,
que yo, aunque grite, estoy siempre a tus órdenes.
César Vallejo. Poemas humanos. Obra poética completa. Alianza, 1994.
Imagen: Nikolái Kasatkin. Рабочий-боевик, 1905.
Nos lo dicen quienes interpretan la historia:
“jamás vencisteis y nunca ganaréis”
Nos llegan las voces y los ecos
de las batallas, de los combates.
Y en los libros mencionan los nombres
de los vencedores: generales, reyes y políticos
Nunca hablan de quienes lucharon
y murieron: soldados y trabajadores
Jamás hablan de quienes empuñaron las armas
e hicieron justicia con los tiranos
Nunca hablan de Angiolillo, Mateu o Durruti
Los nombres que se silencian atruenan
con sus inmortales sílabas
Quico Sabaté, Facerías, Pasos Largos, Ascaso…
pusieron sus pies en el suelo y
asestaron golpe tras golpe al poder
Laureano Cerrada, Mateo Morral, Pardiñas, Ponzán…
Vuestro recuerdo ha llegado hasta mí
una noche frente a una montaña
y yo lo transmito para que prosiga
sin detenerse, sin descanso
Fernando Barbero Carrasco. En B10lentos. Edicions Malcriàs d’Agràcia, 2022.
Imagen: Rosario Sánchez junto a dos milicianas.
Enhebrando las agujas del reloj
los pobres ven pasar el tiempo
sin parpadear siquiera.
Ellos suspiran
cuando intentan acertar el hilo de la historia
en el imperceptible agujero de la justicia.
Cae una estrella
y un hombre la carga en hombros
mientras un niño agoniza
en el cajón de la basura
que proviene del congreso nacional.
Una lágrima rueda
por el costado de un continente,
tiembla la tierra,
dios se tapa el rostro para no morir de hastío.
Se aproxima la lluvia,
se oye su rugir
¿dónde acamparemos esta noche?
Anacleto Soriano Alemán. Los muertos de ayer en las fronteras de ahora. Chaco de la Pitoreta, 2019.
Imagen: Fabio Bucciarelli