A mis
hermanos Manola, Luisi, Julio y Manolo
Nunca suena
si no es dentro de alguna cavidad muy profunda;
va tan sólo de un ventrículo a otro
como una vibración de lágrima
que deja en las entrañas un rastro de escozor.
Nadie la oye
salvo aquellos que llevan una herida en cada ojo
y la velocidad de un grito ante el ultraje.
La componen millones de ignorados
que no cantan desde hace siglos,
que nada saben de la música
pero que forman esa doliente partitura
que corre clandestina entre los parietales.
Los pocos que la escuchan saben
que un día ese concierto
barrerá el mundo con sus notas.
Francisca Aguirre. La
otra música. Cultura hispánica del Centro Iberoamericano de Cooperación,
1977.
Imagen: János Valentiny. Escuela de gitanos.
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