Si
mi niño se pierde
por
la montaña,
un
corderito blanco
me
lo acompaña.
Si
se pierde mi niño
por
la salina,
una
alondra pintada
me
lo encamina.
Si
mi niño se duerme
por
el sembrado,
me
lo ha acunado.
El
sueño de mi niño
todo
lo enciende:
el
amor de la vida
me
lo defiende.
Conrado
Santamaría
Imagen:
Picasso. Madre e hijo, 1902.
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