Así es como yo lo entiendo.
El anarquismo es la rebelión contra cualquier forma de explotación,
contra todo lo que nos limita arbitrariamente,
contra todo lo que hace imposible
la asociación de hombres libres y solidarios que podía ser
la sociedad.
El budismo es la rebelión contra la mentira,
contra todas las mentiras enraizadas en nosotros,
contra el yo y sus tesoros, y un mundo que se puede
poseer,
monstruo de sufrimiento y alienación.
Cuando comprendemos que la explotación se sostiene
única y exclusivamente gracias a la mentira,
las dos rebeliones resultan ser la misma,
como un Jano bifronte que mira a la vez
hacia fuera y hacia dentro de nosotros mismos.
Jesús Aller. Los
dioses y los hombres, KRK, 2012.
Imagen: Dios romano Ianus.
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