Andábamos gritando:
-¡Que se bajen del árbol los difuntos!
Íbamos vareando
avellano y nogal con igual furia.
Todas las alamedas se llenaron de pronto
de guardias a caballo
y nosotros gritamos: -¡Bajen al más heroico,
ícenlo bien arriba,
que sirva de bandera al batallón!
Así aparecieron en filas casi iguales
el capitán (con el tambor),
el profesor (con la batuta)
y el hijo de la batuta con el gran celador.
Y ya todos en orden cantaron en la rampa:
-¡Somos las fuerzas
vivas,
somos
las fuerzas vivas,
somos
las fuerzas vivas
de
toda la nación!
Alguien se fue gritando:
-¡Del árbol los difuntos!
Y el himno proseguía:
…de
toda la nación!
José Ángel Valente. Breve
son, 1968. En Punto cero. Poesía 1953-1979. Seix Barral, 1980.
Imagen: Desfile militar franquista en Burgos. Archivo
municipal.
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