No olvida. No se aleja
este granuja astuto
de nuestra vida. Siempre
de prestado, sin rumbo,
como cualquiera, aquí anda,
se lava aquí, tozudo,
entre nuestros zapatos.
¿Qué busca en nuestro oscuro
vivir? ¿Qué amor encuentra
en nuestro pan tan duro?
Ya dio al aire a los muertos
este gorrión que pudo
volar, pero aquí sigue,
aquí abajo, seguro,
metiendo en su pechuga
todo el polvo del mundo.
Claudio Rodríguez. Alianza
y condena, 1965. En Poesía completa
(1953-1991). Tusquets, 2004.
Imagen: Lawrence Alma-Tadema. Lesbia llorando por un gorrión, 1866.
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