Proemio
“…y luego fuimos piratas,
bandoleros, asesinos llenos de flores
dormidas,
esperando al sol pues nuestra suerte cambió después
de
la primera cruzada de navío hasta a la adolescencia de los
puertos,
que coincidió justo con el primer anciano muerto
…
poco después ya nada volvió a ser lo mismo”.
Pazos
el tedio deposita a un
hombre auténtico: los restos de un hocico destruido. a nadie le sorprende la
arena y su cadáver. beben cerveza; sonríen a los jóvenes atléticos; mecen el
cáncer amarillo. les sucede a los jubilados, que mueren de tristeza lejos del
mar rojo
el clima en esta playa es
una chica nariz de perro. después, ya cansados, volveremos a ese lugar de
vacaciones
… ah, olfatear en la bragueta de aquel poli
diremos que como
somos una familia circense no nos gusta el dulce
oh, viejos lentos y encorvados para comenzar de cero
él es
la autoridad y solo obedece órdenes de la abeja reina, y lo apunta en un papel.
el asunto empeora si hay una revolución pendiente en esta plaza
sabed que los hombres y
mujeres de otro mundo no poseen ni nombre ni apellidos, en cambio, su firma se
asemeja a una sandalia. si es estéril asesinar a una almohada tampoco vale
asociarse con la nada cuando la vida se rebela:
Gsús Bonilla. Comida para perros. Baile del Sol, 2014.
Imagen: Chris Killip.
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