sábado, 19 de septiembre de 2015

El prodigio del pan



Y sin que ya esperáramos colores

después de tanto oscuro u otro gusto

distinto a la ceniza,

después de tanta hambruna a las espaldas,

¿quién nos iba a decir que esta mañana,

con palabras corrientes,

con los gestos más simples,

con los mismos pigmentos que antes despreciáramos,

íbamos a alcanzar lo que ahora toco?

¿Os acordáis? Un día

sacamos el mortero

y majamos al fin nuestra ceguera

hasta mudarla en harina de luz,

y la amasamos,

y de nuevo encendimos el horno de la plaza

para cocer alegres este asombro

de pan que ahora

compartimos,

compañeros sin más, al mediodía.


Conrado Santamaría. De vivos es nuestro juego. Ruleta Rusa, 2015.

Imagen: Odd Nerdrum. Ladrillo blanco, 1984.

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