A Antonio Orihuela
Le he hablado de ti a mi padre
quién eres, lo que piensas, cómo escribes.
Le he mandado una entrevista que te han hecho
donde te nombran honesto y coherente.
Le dejo uno de tus libros de poemas
para encontrarte y encontrarse.
A él le mataron a su padre.
Vinieron a buscarlo, como a tu abuelo.
Recuerda colarse entre las piernas de los guardias
para darle un abrazo cuando iba a visitarlo con su madre
durante el año que estuvo encarcelado.
Era un chiquillo inquieto que no entendía,
sigue sin entender con setenta y ocho años,
por qué tuvo que crecer sin padre
por qué algunos no quieren recordar
cuando él no ha olvidado ni piensa hacerlo.
Ha conseguido una vida digna y feliz para los suyos
forjada con el mismo tesón con que todavía maneja
el arte del yunque que aprendió tempranamente.
Desde entonces lleva preguntándose,
cada día con más inquietud, si lo sufrido habrá sido
semilla
si nos habrá servido para algo.
Me gustaría que pudierais conoceros
que hablarais de futuro y esperanza.
Un día de estos os presento
en cuanto tenga ocasión.
Mª Jesús Torralba. En Voces
del Extremo. Poesía antidisturbios. Amargord, 2015.
Imagen: Robert Capa. Despedida de las Brigadas
Internacionales. Barcelona, 1938.
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