jueves, 16 de noviembre de 2017

TRAS LA PUERTA ENTORNADA



(Dame la mano,

no te quedes ahí fuera

en medio de la noche.

Dame la mano y traspón el umbral. 


Mas tú no entras,

contemplas esa mano

que el niño te propone y ves tu mano,

le miras a los ojos

y una gota de sangre se coagula en la niebla. 


No has perdido la culpa ni los modos

inquietos de su sombra

en los rotos del tiempo.

Aunque la propia casa

de tu infancia no exista y la sentencia

yazga entre sus ruinas,

vamos, no tiembles,

dame la mano y traspón el umbral. 


La oscuridad de dentro,

¿no está hecha de la misma negrura

que la noche de fuera?

¿Y el silencio no son las mismas voces

que tanto te asustaron? 


Sobre todo no tiembles.

Dame la mano y traspón el umbral.

Aunque haya otra esperanza

al fondo del pasillo

y sólo espere el lobo tras la puerta entornada.)





Conrado Santamaría. La noche ardida. Ruleta Rusa Ediciones, 2017.

Imagen: David Lynch. Inland Empire, 2006.

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