Tienes tu parte en la felicidad
aun en medio de un mundo en bancarrota.
Te enfureces, te afliges y apartas el diario
mas con esto no alivias el total desamparo
de millones de seres a los que se ha vedado
el derecho a existir. La única tierra
que han de tener es una sucia fosa.
Tú tomaste partido por la vida
que se les niega a los desheredados.
Comprendo que te hiera este dolor
pero no llores: canta. Tu mejor testimonio
es una voz al aire y no el gran ruido
que no permite hablar y que al final impide
pensar también en lo que está ocurriendo.
Hasta la más sencilla canción enamorada
se ha vuelto rebeldía que el más cuitado entiende,
y puede hacerla suya tal si fuera un tesoro
de emoción y esperanza
que puede repetirse como un himno,
y que salta los muros de las cárceles,
que está en la selva y entre los cascotes
de un pueblo bombardeado. La voz y la palabra
pueden con el gran ruido que quiere anonadarte.
José Agustín Goytisolo. La voz y la palabra, 1997. En Poesía completa. Lumen, 2009.
Imagen: Dennis Stock.
Venice Beach Rock Festival, 1968.
No hay comentarios:
Publicar un comentario