El sacerdote desciende del
altar repartiendo una ración de eternidad y una migaja de cielo.
Un hombre levanta la fachada
de su casa como quien amputa la lejanía.
Esto escribe en su cuaderno
el constructor de ruinas:
-El tiempo, agrimensor de la
nada, desprecia la eternidad. Aunque no haya anuncios de guerra ni cataclismos
los escombros son un trozo del futuro que regresa.
-Intenten descifrar cuáles son
ruinas carcelarias, cuáles son ruinas del Paraíso.
Juan Manuel Roca. Las Hipótesis de Nadie. La Vorágine,
2016.
Imagen: Sean Mundy. Sin
título, 2016.
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