Intento construir un poema con un tema concreto
y mis dedos anárquicos escriben lo que quieren.
Se conectan con mi interior y no puedo pararlos.
A veces intento usar el dadaísmo
para probar si hay suerte y la propia inconsciencia
deja entrever algunas emociones.
Y mis dedos anárquicos escriben lo que quieren.
Otras, procuro usar palabras de culta rimbombante,
de esas que sólo se dibujan en los diccionarios,
metáforas retorcidas como un dolor de tripas,
enrevesadas como los sueños,
mentirosas como la política,
deformadas como la verdad del culpable.
Y mis dedos anárquicos escriben lo que quieren.
Necesito plasmar toda mi incertidumbre,
toda la sinrazón de lo que escucho,
toda mi rabia.
¡Toda!
Y mis dedos
anárquicos
escriben
lo
que quieren.
Montse Grao. Mis dedos
anárquicos. Poesía de la Casa de Zitas, 2017.
Imagen: Benoit Courti
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