Abro el buzón,
todos quieren que les vote,
sobres, propaganda, programas,
tinta, papel,
hectáreas de árboles talados.
Y quieren que les vote,
y me quieren,
ahora me quieren,
me aman,
me adoran,
se acuerdan de mí,
me tienen en cuenta,
me bla bla
me dicen y prometen bla bla
porque mi voto es necesario
para cambiar y para bla bla
oh oh oh soy lo más importante
porque ya falta muy poco
vótame y la vas a flipar
se harán realidad tus sueños
una sociedad mejor
justicia y bla bla
ya no somos corruptos
estamos limpios y bla bla
a nadie pegaremos
a nadie desahuciaremos
todos tendréis trabajo y comida
todos tendréis créditos y bla bla
a nadie le faltará agua luz y un médico
bla bla escuelas públicas
bla bla ayudas bla bla becas
y libertad bla bla y ecología bla bla
oh oh
me quieren
me aman
me adoran
oh
oh qué éxtasis ah ah ah…
cierro el buzón
salgo del patio
con la droga a cuestas
y sin que me vean
la arrojo al contenedor del papel.
Oigan ustedes,
no me empujen a caer en la trampa,
que yo solo me las apaño para meterme el guantazo.
La vida sigue,
y sus mentiras
no son mis pérdidas de felicidad.
Javier Gm. Desprendimiento
de rutina. Baile del Sol, 2016.
Imagen: Pawel Kuczynski.
gracias porque Escombros con Hoguera, une las neuronas que se desperdigan y pierden después de tratar demasiado con el mundo.
ResponderEliminarJusto al leer tu entrada me corrío sangre por las venas y escribí esto;
He oido de refilón que va a haber elecciones. Desde hace mucho tiempo no tengo ni televisión ni leo los periódicos. Ya no me sé los nombres propios de esa escoria de la clase alta, que les dan cancha en las pantallas capitalistas. Ellos no se saben el nuestro. A todos ellos, les importamos una mierda, no les importa ni la justicia, ni la democracia, ni la libertad, ni nadie de abajo. Porque si les importaran, si tuvieran principios, si tuvieran conciencia, jamás les darían micrófono ni pantalla e ilegalizarían a su partido.
La única forma de que las elecciones sirvan para elegir, es que cada unx de nosotrxs, sea su propio país, presidente y ley, y no aceptar absolutamente a nadie encima ni abajo. Y después de eso, unirnos. Y abolir la clase alta, sus instituciones, sus ejércitos, sus bancos, sus propiedades. Y a galopar!
Gracias a ti, mareva, no puedo sino compartir punto por punto tu comentario. Un abrazo, y hasta enterrarlos en el mar. Salud!
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