Quiero,
madre, quiero,
nunca
me das nada,
quiero,
quiero, quiero,
quiero
una granada.
Las piedras,
mi
madre,
las
piedras
no
sirven,
las
piedras
no
valen,
las
piedras,
mi
madre,
no
matan
soldados
ni
paran
los
tanques.
Las
piedras,
mi
madre,
son
sólo
miseria,
son
muerte,
son
cárcel,
las
piedras,
mi
madre,
tortura,
son
sangre.
Las
piedras,
mi
madre,
no
matan
soldados
ni
paran
los
tanques.
Quiero,
madre, quiero,
nunca
me das nada,
quiero,
quiero, quiero,
quiero
una granada,
que
abrase los tanques
que
todo lo abrasan.
Conrado Santamaría. Cancionero de escombros con hoguera. Ediciones Trabuco, 2014.
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