¡Ay, pobre doña María,
ella que no sabe nada!
Su hijo, el de la piel manchada,
a sueldo en la policía!
Ayer, taimado y sutil,
rondando anduvo mi casa.
¡Pasa! –pensé al verle- ¡Pasa!
(Iba de traje civil.)
Señora tan respetada,
la pobre Doña María,
con un hijo policía
y ella que no sabe nada.
Nicolás Guillén. La paloma del vuelo popular.
Losada, 2005
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