Han impuesto ese dogma. Disfrutarás al fin
cuando el jardín reluzca sólo para tus ojos
en un idilio tierno de mutua posesión.
Cegado por la dicha, no verás el engaño.
Jamás un ser humano ha poseído a otro.
Ese es sólo el anhelo de una era corrupta
que gobiernan egoísmo, propiedad y familia.
El único placer es la revolución.
En cada ser que sufre la insania del poder,
resplandece gloriosa la dignidad humana.
En su conciencia herida, lo noble se rebela
y busca su camino entre la incierta bruma.
Jesús Aller (Gijón, 1956). Los dioses y los hombres, KRK, 2012
Hermoso poema. Apetece leer el libro.
ResponderEliminarEl libro se puede descargar en la página del autor: http://www.jesusaller.com/
EliminarGracias
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