martes, 3 de junio de 2014

El emperador de los cadáveres



El emperador quiere huir de sus crímenes

pero la sangre no lo deja solo.

Pesan los muertos en el aire muerto

y él trata (siempre en vano) de ahuyentarlos.


Primero lograrían borrar con pintura la sombra

que arroja el cuerpo del emperador

sobre los muros del palacio.





José Emilio Pacheco. No me preguntes cómo pasa el tiempo, 1970.

Imagen: Iliá Repin. Iván el Terrible y su hijo (fragmento), 1885.

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