Ante lo inevitable, disponemos de un íntimo sentimiento de resistencia. Renunciar a él no evita la catástrofe, la anticipa.
Juan Carlos Lazaga. Ver es haber visto.
Imagen: Antonio Palmerini
Ante lo inevitable, disponemos de un íntimo sentimiento de resistencia. Renunciar a él no evita la catástrofe, la anticipa.
Juan Carlos Lazaga. Ver es haber visto.
Imagen: Antonio Palmerini
me gustaría hablar de la jaula
pero solo puedo estirar esta astilla
entre los barrotes
y pedir contacto de alas resquicio
entre iguales mordisquear el jaramago mustio
que el dios caimán anuda al cepo
para cerrar el horizonte
me gustaría preguntaros
cómo cabe un cuerpo de niño
en el reducido espacio de un esclavo
quisiera desentrañarnos
tener la llave de la alacena
el sonido del secreto junto al agua
pero no llego por eso
mejor os canto el afuera
y así vamos señalándonos la huida
Víctor Briones Antón. Dormir destapado. Ediciones del 4 de agosto, 2022.
Imagen: Marcel Duchamp
Mi pluma no es para el amo.
Otros le canten endechas, otros le brinden halagos.
No le busco ni le temo; no le quiero ni le canto.
Mi pluma que se da entera en una entrega de trazos
por describir una aurora, por dibujar un ocaso,
por llegar a lo más hondo y elevarse a lo más alto,
ese trocito de acero que ríe o llora en mi mano,
no se humilla ni se vende.
Mi pluma no es para el amo.
Matilde Alba Swann. En Entre los poetas míos… Matilde Alba. Colección Antológica de Poesía Social, vol. 101. Biblioteca Omegalfa, 2016.
Imagen: David Seymour
De casta le viene al galgo
el correr bien a la liebre,
igual que al pobre la fiebre
de ser rico y ser hidalgo,
rebuznan, por decir algo,
los popes del capital
por que todo siga igual
y no cambie la injusticia
y así su propia codicia
parezca que es natural.
Abdías Gandul. Décimas pésimas. El Alipende, 2010.
Imagen: David Plunkert
No sé llevar bien las cuentas
Algo falla
No sé por ejemplo
cuántos son cuarenta y tres…
o cuántos eran dos mil
Antes éramos tan ricos
que los muertos se contaban por miles…
Se me hace difícil sumar
el # de los que el periódico da por muertos cada día…
No sé cuántos ejemplares imprime el periódico
No sé cuántos periódicos hay en México
Todos parecen decir la misma
No sé tampoco ni quisiera saberlo quién los paga
A veces pienso que son el mismo periódico
Que todos los días les cambian la fecha
pero que es el mismo
con las mismas faltas de ortografía
con la misma y rota sintaxis
Que son los mismos muertos
las mismas muertas
(Éramos tan felices
cuando las usábamos como título de novela)
No lo sé no lo creo
Antes el agua no costaba
ni había guerras por el oro azul
El pan no sabía a trapo
No había gusanos en la basura.
Las casas no se derrumbaban a la primera lluvia
Las calles no se inundaban a la primera granizada
La lluvia no era ácida
No había necesidad de hacer planes de desastre
para el país o la familia o la humanidad
Los hijos no tenían que irse a otros países
Sólo había desastres
Pero no nos preguntábamos
quién estaba ganando con ellos
Poco importa el color o la forma
de los ojos de ese quién…
Me imagino que a él o a ellos
sí les salen las cuentas…
Adolfo Castañón Morán. Local del mundo. Civismo de Babel. Universidad Veracruzana, 2014.
Imagen: Lola Álvarez Bravo