Qué hijos de una tal por
cual
qué bestias
cómo decirlo de otro modo
cómo
qué dedo acusador es
suficiente
qué anatema
qué llanto
qué palabra que no sea un
insulto
serviría
no para conmoverlos
ni para convencerlos
ni para detenerlos.
Sólo para decirlo.
Idea Vilariño. Pobre mundo, 1970. En Poesía completa. Lumen, 2008.
Imagen: Gerd Arntz. Paro, 1931.
No hay comentarios:
Publicar un comentario