Quiero palabras fuertes, detonantes;
que rujan, que destellen;
exploten en sonidos delirantes;
iluminen el ruido de la noche;
a los muertos levanten:
palabras-fósforo, palabras-trueno.
Quiero palabras que no se intimiden
ni se arredren con sombras de nostalgia;
palabras migratorias
que permitan cruzar sin pasaporte:
palabras-salida, palabras-túnel,
vía rápida, avenida,
palabras-puente.
Quiero palabras que aplasten gigantes,
palabras-dragón, palabras-montaña,
grandiosas palabras-kamikase.
Denme palabras mil, palabras denme
se tornen en palabras-semillero
y otras mil me regalen, sólo quiero
convertir-las palabras-artillero
que aniquilen palabras-robachicos,
que destierren palabras-desencanto,
las aplasten, derroten…
mar
certero
Deberíamos borrar de la memoria
las palabras secuestro, guerra, odio,
extorsión, nepotismo, pandemónium,
tortura, asesinato, genocidio,
trata-de-blancas, abuso de niños;
palabras agresivas, demandantes
de la usura y el morbo por lo ajeno;
palabras-bomba, snuff, cuerno de chivo,
cañón, metralla, cohete…
Deberíamos borrar de igual manera
las palabras que ofenden los sentidos
palabras-matadero, sacrificio,
pedofilia, armamento, terrorismo;
palabras-violación,
toque-de-queda o estado-de-sitio.
Eliminar podríamos, asimismo,
palabras que mutilen la semblanza
de las razas sumidas en olvido…
Es por eso que pido mil palabras
que iluminen el rostro del caído.
Quiero también palabras de cariño
que estallen de alegría en el horizonte:
palabras-pájaro,
palabras-juego;
cargadas con las risas de los niños
palabras con sabor a caramelo
(pero que no empalaguen):
dulces palabras, tierna;
mas nunca lisonjeras:
desechen el chantaje
el llanto lastimero
los ayes vagabundos
los odios plañideros;
palabras preparadas para el vuelo
con plumas de quetzal o ave de fuego;
surquen mares radiantes
avisoren el fuero
tracen rutas y atajos
entre sueños certeros y agoreros;
que llamen a la vida
de un mundo que se oculta en el ocaso;
pero que aún titila
y nos pide entre sombras rescatarlo.
¡Lluevan palabras-música:
palabras-canto!
sin importar los ripios,
sinalefas o hiatos;
que abunden las palabras
capaces de brindar por los naufragios,
sufragios efectivos
de una real elección.
¡Vengan palabras nuevas,
las viejas y olvidadas,
las pasadas de moda,
las aún por nacer!;
soliloquios, también conversaciones,
un tropel de palabras, cancioneros,
centones, versos sueltos;
¡torrentes de palabras…!,
sólo quiero
gritar
de algarabía
por ser libre, confiable,
ser
humano.
Rosina Conde. Poemas
por Ciudad Juárez y Quiero palabras fuertes. Desliz Ediciones, 2016.
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