Hay una flor de plástico y una oferta
de dos horas en la mesa, donde soy
esa bolsa de inútil agua, el bulto
que ante un funcionario del INEM
quiere la verdad.
Él dice quién sabe y mienta la esperanza...
Y yo soy el apellido que se quedó en blanco
encasillado en el impreso:
¿No es humo lo que veo?
Y lo que un poco más abajo se oye
¿no es ya el infierno?
¿Pero me atrevo o no me atrevo a subir la vista?
¿Me atrevo a preguntar:
Oiga, se puede caer más
o ya estoy a ras del sueño?
Bastaría con mover un dedo,
y este castillo de hojalata residual
abriría limpiamente su cascarilla.
¿Soy o no soy alguien con mano:
la mismísima luz del mundo,
el jugo de la uva, la viña
que no se finiquita?
María Ángeles Maeso. Basura
Mundi. Huerga y Fierro, 2008.
Imagen: Maruja Mallo. La sorpresa del trigo.
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