Siempre de nuevo, desde que trabajamos entre varios,
con enormes esfuerzos de largo aliento y destinados a
muchos,
desaparece alguno de nuestra comunidad
para no volver.
Lo adularon,
le pusieron un traje fino,
le firmaron un contrato por una suma importante.
Y él se ha transformado de un día para otro.
Se sienta en su sillón de siempre como una visita.
Ya no tiene tiempo para tareas de largo aliento.
En las discusiones ya no contradice
(para que no se alargue el tiempo.)
Es más, se entusiasma rápidamente.
Adopta un aire entrañable.
Se ofende con facilidad.
Por un tiempo, hará bromas
sobre su traje a medida,
un par de veces
dirá que piensa traicionar a sus benefactores
(es gente corrupta).
Pero sabemos que sus días con nosotros están contados.
Así desaparece un hombre de nuestra comunidad.
Nos deja solos con el trabajo pesado
y sigue el camino habitual.
Bertolt Brecht. 80 poemas y canciones. Adriana Hidalgo
editora, 2011. Traducción: Jorge Hacker.
Imagen: Brassaï. La banda del Gran Albert. París, 1931.
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