En todo tiempo y lugar
frente a un poder,
la
mirada sostener
y no
cejar.
Si el preceptor en la escuela,
a su sabor,
te impone regla y candela
y sinrazón,
piensa que no hay que aguantar
y, puesto en pie,
la
mirada sostener
y no
cejar.
Si te escupe un comisario
“los papeles”,
y te azuza su bestiario
de lebreles,
sabes que no hay vuelta atrás,
y sin carné:
la
mirada sostener
y no
cejar.
Si el jefe explica en la empresa,
con detalle,
que la crisis está espesa
y a la calle,
di que tú eres capataz
de tu taller:
la
mirada sostener
y no
cejar.
En todo tiempo y lugar
frente a un poder,
la
mirada sostener
y no
cejar.
Conrado Santamaría. Cancionero de escombros con hoguera. Trabuco, 2014.
Imagen: Enrique Sadornil
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