Sólo es noble y humano rebelarse,
niego mi servidumbre al universo.
Todo es él, lo magnífico, lo adverso,
pero todo a su abismo ha de entregarse.
Engendra pero debe alimentarse
de sus frutos, de todo lo diverso,
para existir: es su crear perverso.
Es el orden fingido, el delatarse.
No sirvo a lo que a un mundo me encadena
en donde ser contra ese ser conspira
y menos a estas sombras, a este osario.
No sirvo, sólo cumplo mi condena,
denunciando, a pie firme, su mentira;
mi mentira, perdido en lo unitario.
Jesús Lizano. El
ingenioso libertario Lizanote de la Acracia o la conquista de la inocencia.
Virus editorial, 2009
Imagen: Llibert Teixidó. Jesús Lizano.
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