El mar escupe muertos,
muertos imprevisibles,
muertos de cuatro años,
muertos recién nacidos
mujeres y hombres muertos,
hinchados por la ausencia del oxígeno,
muertos desconocidos que aceleran
el paso decisivo de la muerte.
De nadie a nadie llegan,
tristemente escupidos
a un país extranjero,
escupidos no sólo por el mar,
sino por la barbarie y la metralla.
El mar escupe muertos
sin identificar,
y nadie quiere muertos si son desconocidos,
si llegan a tu casa huyendo de una guerra
y vienen abrasados por la huida.
Es más fácil mirar para otro lado.
El mar sabrá por qué se deshace de ellos.
Katy Parra.
En
Contra. Poesía ante la represión.
Coordinadora Anti Represión de la Región de Murcia, 2016.
Qué monstruosa iniquidad os arroja a mí, que durante siglos he unido y alimentado a los pueblos.
ResponderEliminarNos han convertido lo que es un puente, un camino (ponto) en una fosa común.
ResponderEliminar¡El mar acoge lo que ningún vivo reclama!
ResponderEliminarEl mar carga con todo lo que la insensatez y los intereses de algunas personas desprecian, ya sean materiales o seres humanos "desechables". Una monstruosa iniquidad.
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