Desde la luna no puede verse la Muralla China.
Es pura leyenda.
Lo que se ve desde la luna es una margarita
abriéndose paso en un campo de minas antipersona.
En la luna no crecen las flores.
Lo más parecido es la huella de un astronauta
cobarde de pisar el sol.
Nunca me he creído que el hombre pisara la Tierra.
Desde ninguna otra luna puede percibirse
tanto culto a la herida.
Begoña M. Rueda. Princesa
Leia. La Isla de Siltolá, 2016.
Imagen: Marie L. Manzor
Desconfiad de aquellos lugares en los que no podáis andar descalzos, no son habitables. El hombre, efectivamente, no pisó la luna, fueron las sobrebotas de Jack Schmitt. ¿Volveremos a pisar la Tierra?
ResponderEliminarBuena reflexión, Loam. Me recuerda a Sánchez Ferlosio que, en su ensayo "Mientras no cambien los dioses nada ha cambiado", dice que el ser humano para alcanzar la luna se tuvo que deshumanizar, vistiéndose esas escafandras y esos trajes y esas botas que lo hacían otra cosa, un robot de la "aventura" capitalista y depredadora. Salud
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