lunes, 17 de abril de 2017

[Ése que abrió el balcón para refrescar su culpa]



     Ése que abrió el balcón para refrescar su culpa, miró a la calle, era ya mediodía, despejó con la luz cruda aquel interior, la habitación negra cegada por el punto luminoso; pudo respirar sin el peso de su ensimismamiento, se dijo: el día y la calle son modos de verdad, tienen su ética simple, disuelven secretos;
abrió el balcón pensando: esto debería ser hecho en público, lejos del nidal escondido;
como el grito de “a la calle, todos a la calle” es sano, es curación para el que se empoza en el yo;




Ildefonso Rodríguez. Coplas del amo. Icaria, 1997.

Imagen: Nick Hedges. Minero en paro. Glasgow, 1971.

No hay comentarios:

Publicar un comentario