martes, 23 de mayo de 2017

Cuesta tanto crecer



Es cierto,

mucho cuesta crecer.

Envejecer es fácil:

días que se derriten como cera

y acumulan el polvo

que apolilla tu espalda.

La costumbre te abraza

como un abrigo manso y la esperanza

te ciega el futuro con paraísos

de pega al fondo.

Eso lo hace cualquiera.

Pero, ¡qué difícil crecer!

Asumir la fragilidad del trino

pero seguir cantando

a plena voz hasta ahogar la angustia.

Desterrar la fe de la infancia

y cambiarla por un cuenco vacío

y roto encontrado en el vertedero.

Recorrer un camino pedregoso,

los pies descalzos sobre los guijarros

con sus aristas cortando la piel

hasta que no puedes más y te entregas.

“Here is no water but only rock”,

si hubiera un poco de agua entre las rocas

podrías limpiarte las heridas,

suavizar la renuncia

y aceptar que no hay nada, solo roca

o seguir adelante…

Pero, ¿cómo enraizar en una tierra

reseca, entre la piedra y el escombro,

si está muerta del todo?





Amalia García Fuertes. En Haciendo, haciendo. Once maneras de mirar de frente. El Perdigón, 2017.

Imagen: Nick Hedges. Glasgow Maryhill, 1970.

2 comentarios:

  1. Bienvenida, Amalia!! Hermoso poema.
    Te esperamos en Moguer.

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    1. Muchas gracias, Antonio, ya sabía yo que eres muy generoso. Salud y un abrazo

      Amalia

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