jueves, 28 de septiembre de 2017

RONDÓ



Estamos otra vez entre-deux-guerres,

hurgándonos las caries

con un falo impreciso

                                               o destruyendo

la destrucción,

vaciando el vacío,

abriendo las ventanas contra un cielo tapiado.





José Ángel Valente. Treinta y siete fragmentos, 1989. En El fulgor. Antología poética (1953-2000). Galaxia Gutenberg, 2001.

Imagen: George Grosz. The Grey Man Dances, 1949.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

TABELLA DEFIXIONIS



Rabiosos que germinen,

que florezcan

en lumbre,

al aire de los vivos,

los plomos que ahora siembro

con mis uñas tan roncas

en esta tierra negra,

por que todo se cumpla.

                                               Lo que una vez fue carne,

sangre y hambre y anhelo,

si pudiera, señora,

como puede sin duda

bajo este chopo que cercena el mundo,

cruzar de vuelta el río

y alzarse,

como nadie,

ante el portón crecido del rango y de la herida,

que cruce y que se alce,

por que todo se cumpla.

                                               Que se alce, señora,

pujante de raíces,

como nadie,

con su fe en esta vida,

con su savia inviolada y sus flores

en furia.

                                               Que se alce e incendie,

como aliento de antorcha,

el umbral del exceso, los salones

del nombre, los sitiales

podridos

de tanta reverencia: los santuarios

que en sombra

sofocaron en vano

este espectro de luz en que ahora vuelves,

por que todo se cumpla.


Por que todo se cumpla,

por que todo se cumpla.





Conrado Santamaría. La noche ardida. Ruleta Rusa Ediciones, 2017

Imagen: Tabella defixionis.

martes, 12 de septiembre de 2017

[Soy un animal]



Soy un animal

sangrando

por decisión propia.

No vengáis

a cerrar las heridas.

Lamed sólo mi rastro.





Biel Vila. En Voces del Extremo. Antología 2012/2016. Coord. Antonio Orihuela. Amargord, 2017.

Imagen: Odd Nerdrum. Contra natura, 1988-90.

lunes, 11 de septiembre de 2017

[la necesidad de la revolución]



la necesidad de la revolución

es indiscutible

la necesidad del amor

es indiscutible

la necesidad de la poesía

es indiscutible

dijeron


y entonces yo sentí

la necesidad indiscutible

de abandonar sin hacer ruido la reunión

y salir al encuentro

de la revolución necesaria

del amor necesario

de la poesía necesaria

en otra parte





Ferran Fernández. En Voces del Extremo. Antología 2012/2016. Coord. Antonio Orihuela. Amargord, 2017.

Imagen: Mircea Suciu. aftermath, 2009.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Sermón del alfabeto



Se nos acaban

las letras

para bautizar a los huracanes tropicales*


Nunca

las primeras letras del alfabeto griego

fueron tan ominosas


pero la verdad oficial

en los Estados Unidos de América

sigue siendo que no hay calentamiento del clima

en el planeta Tierra

ni en ninguna otra esquina del Sistema Solar


-incluso en Nueva Orleans

impera la patriótica verdad, aunque no queden

después de Katrina

vecinos para contarlo-


y que si hubiera cambio climático

no se debería a la actividad humana


y que incluso si lo hubiera

y fuese achacable a la actividad humana

seguramente no sería tan malo


y que si a lo peor fuese malo

al menos no lo sería para nosotros


y que si por desgracia fuese para nosotros

al menos no lo sería hasta dentro de un tiempo


¡y que decir otra cosa

es dar alas al terrorismo!


Qué solecito tan rico esta mañana





* “Ante el elevado número de huracanes y tormentas tropicales registradas este año [2005], los científicos se están quedando sin nombres para designarlos, por lo que probablemente tengan que recurrir por primera vez al alfabeto griego, según una norma de la Organización Meteorológica Mundial. Desde 1953 se utilizan listas de 21 nombres –ordenados alfabéticamente- para los fenómenos tormentosos destacables de cada año. Cada uno de estos nombres empieza por una letra del abecedario internacional excluyendo algunas como q, u, x, y, z.

Para los fenómenos meteorológicos de la cuenca atlántica existen seis listas de nombres diferentes y cada una de ellas se aplica durante un año, de forma que al séptico año se vuelve a la primera de ellas. Los de este año son Arlene, Bret, Cindy, Dennis, Emily, Franklin, Gert, Harvey, José, Katrina, Lee, María, Nate, Ophelia, Philippe, Rita, Stan, Tammy, Vince y Wilma, mientras que en 2006 se encuentran nombres hispanos como Ernesto, Óscar y Rafael.

Los 21 nombres de cada lista se respetan siempre salvo si los efectos del huracán han sido especialmente devastadores. En este caso, y a petición de cualquier país afectado, el nombre puede ser retirado de la lista y sustituido por otro de la misma inicial. Así los meteorólogos han retirado nombres como Hugo, Andrew, Mitch, entre otros, que no podrán ser utilizados hasta que pasen al menos diez años. Con esta medida se pretende evitar confusiones históricas o legales relativas a reclamaciones, seguros o ayudas públicas.

El problema que ha surgido este año es que, con el aumento del número de huracanes, es posible que se llegue a bautizar a Wilma, el último de la lista en 2005. Entonces, las normas internacionales establecen que a continuación se les bautice con letras griegas, con lo que detrás de Wilma la próxima tormenta tropical o huracán que se registre se llamará Alfa, la siguiente Beta y así sucesivamente”. Agencia Efe en El País, 29 de septiembre de 2005.





Jorge Riechmann. Poesía desabrigada, 2006. En El consumo de lo que somos. Muestra de poesía ecológica hispánica contemporánea. (Ed. Steven F. White). Amargord, 2014.