sábado, 13 de octubre de 2018

ARGENTINA 1976 / ABU GHRAIB 2003


Ya el tiempo parecía coagulado

como la sangre

de una herida mil veces

abierta y mil cerrada.

Era una masa espesa, 

atascada en su sitio.

¿Qué vendría después?

Ya apenas percibía

el dolor o la rabia.

No contaba ni grietas de su piel

ni barrotes de celda

para sentirse unido a algo.

Y ya no recordaba a los que en casa

ansiaban que volviera.

Su cuerpo manchado de golpes,

dolorido de excrementos e insultos

no conseguía ver 

dónde estaba su culpa.

Las botas percutieron

otra vez en el aire.

¿Y qué vendría ahora?

Quiso apartar la vista

para no oír los gritos,

pero encontró otros ojos 

contra los suyos.

El perro lo miraba enloquecido

con los dientes abiertos

y los ojos de fuego.

Un veneno de baba

escapaba caliente de la boca.

Las púas del collar 

con fuerza se clavaban en su cuello 

cada vez que el soldado

lo enviscaba con saña.

¿Y qué te han hecho perro?

Ya no se ve lealtad ni tristeza,

ni amor ni confianza

en tus ojos de perro.

Tu cuerpo lleno de odio 

se olvida ya de ti.

¿Y qué ha sido del hombre?

No es un hombre, no, el que así te alimaña

¿Para dónde se ha ido?





Amalia García Fuertes. En Haciendo, haciendo. Once maneras de mirar de frente. El Perdigón, 2017.

Imagen: Fernando Botero. Abu Ghraib, 2005.

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