viernes, 19 de julio de 2019

EL DESASOMBRO


A veces me pregunto qué ha pasado,

en qué pirueta de la Evolución

cayó la luz fractal del Ilustrado

al pozo negro de la aberración.


Y cuándo se hizo fuerte la falacia,

tomando por asalto la verdad

que ya es un muerto que jamás se sacia

en el banquete de la impunidad.


            Es tanta la honorable delincuencia

            que apenas hay lugar para el asombro,

            en todo caso habrá que liberarse

            de esta tendencia

            al desasombro.


No hay duda de que reyes y trileros

son cara y cruz de la misma ambición,

su Dios es el botín del usurero,

su Patria, la guarida del ladrón.


La peste ya ha tomado mando en plaza

comprando cada cloaca del Poder,

que más que maña ya es suprema raza

obsesa con el verbo “poseer”.


            Es tanta la honorable delincuencia…


De nuevo otra epidemia de Cruzadas

armando al enemigo más infiel,

y alquimias ingenieras empeñadas

en que la piedra mute en oropel.


Y visto que ya nadie se sorprende

de que haya vuelto el orden medieval,

ya es súbdito el humano que se vende

por diezmos de alma a su señor feudal.


            Es tanta la honorable delincuencia…





Luis Eduardo Aute. En Encuentros y palabras 2015. EDIFSA, 2016.

Imagen: Valentín Gubarev.

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