Y corríamos por los campos
y por vez primera oí disparo,
o bala
y me pusieron por encima una
bata de andar por casa
y delante de mí, sobre la
mesa, una taza de caldo.
Dijeron: si suben, eres de
la familia.
E corriamos polos campos
e por vez primeira oín
disparo, ou bala
e puxeron por riba de min
unha bata de andar por casa
e diante de min, sobre a
mesa, unha cunca de caldo.
Dixeron: se soben, es da
familia.
Ferrol,
marzo, 197…
Chus Pato. Urania, 1991. En Na lingua das bestas/En la lengua de las bestias. Ediciones del 4
de agosto, 2019.
Imagen: Michael Ackerman
Lástima, no obstante,
ResponderEliminarque sea la extrema adversidad
la que ponga de manifiesto
esa hermosa verdad:
que todos, sin excepción, somos
(de) la misma familia.
Salud!
Así es, efectivamente. Aunque no hay que olvidar que hay otros también que no quieren aceptarlo e intentan sacar tajada de esas mismas situaciones. En vez de ofrecer una bata y una taza de caldo, habrían avisado a los perseguidores. Salud!
ResponderEliminar(Cierto, de ahí mi "no obstante")
EliminarEra solo por remachar. Salud!
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