Para unos vivir es pisar cristales con los pies desnudos; para otros vivir es mirar el sol frente a frente.
La plaza cuenta días y horas por cada niño que muere. Una flor se abre, una torre se hunde.
Todo es igual. Tendí mi brazo; no llovía. Pisé cristales; no había sol. Miré, la luna; no había playa.
Qué más da. Tu destino es mirar las torres que levantan, las flores que abren, los niños que mueren; aparte, como naipe cuya baraja se ha perdido.
Luis Cernuda. Los placeres prohibidos, 1931. En La realidad y el deseo (1924-1962). Círculo de Lectores, 1992.
Imagen: Holger Droste. Where is Josephine?
No hay comentarios:
Publicar un comentario