lunes, 28 de febrero de 2022

La bomba


 

La culpa es del aire.

Del aire y de Newton o de Arquímedes.

Y en última instancia, de las implacables leyes de la física.

La culpa es del tiempo,

de los relojes suizos,

de la casualidad y de los retrasos,

de la bocina que no suena cuando debe,

de la triste fragilidad de los edificios,

de la dureza del acero

y del inmenso poder calorífico del fuego.

La culpa es del aire,

de la herida,

de la sangre

y de las circunstancias,

de las misiones de paz, que no son lo que son

ni actúan como dicen.

La culpa es, sin duda, de los chinos que inventaron la pólvora

y, también, de esos niños traviesos

que jugaban en la calle.

 

 

Mariano Calvo Haya. En Poesía (contra) corriente. La Vorágine, 2017.

Imagen: Stanley Kubrick. Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, 1964.

domingo, 27 de febrero de 2022

VISA


 

No todos fuimos El gran Gatsby

cuando el norte comenzó a llamarnos.

 

Asistimos a los Juegos Olímpicos del 96

y desertamos la competencia

para administrar un carrito de hot dogs.

 

Abordamos un bus

dejando atrás a nuestros hijos

para cuidar

un french poodle en Manhattan.

 

Quisimos ser estrellas de cine

y hoy actuamos de pancartas

para que la gente lea en nuestro cuerpo

la promoción del día.

 

En nuestros países fuimos ingenieros.

Aquí somos mecánicos

almorzando a las cinco de la tarde

con las manos sucias de aceite y mostaza.

 

Pensamos que habían acabado las guerras

y ahora huimos por el impuesto

que nos cobra la delincuencia.

 

Nos enamoramos de nuestro proxeneta

aunque seamos infieles con el crack.

 

Cruzamos, embarazadas, la frontera

para parir un gringo.

 

No todos fuimos El gran Gatsby

cuando el norte comenzó a llamarnos.

 

 

Dennis Ávila. Ropa americana. Amargord, 2017.

Imagen: Baz Luhrmann. El gran Gatsby, 2013.

sábado, 26 de febrero de 2022

[Pasa una nube con forma de helicóptero.]


A Joan Brossa


Pasa una nube con forma de helicóptero.

Suena un pájaro como si fuera una sirena.

No hay un alma en las calles.

Si hubiera habido alguien, habría

corrido a refugiarse.

No sé dónde.

El partido está siendo un auténtico paseo.




Conrado Santamaría. Totalitaria. Ediciones del 4 de agosto, 2021.

Imagen: Saul Landell

viernes, 25 de febrero de 2022

[La guerra a cañonazos culmina,]


 

La guerra a cañonazos culmina, pero también enmascara, esa otra guerra civil más cruenta y destructiva que dirigida por fantasmagóricos “generales” asola cotidianamente el mundo.

 

Juan Carlos Lazaga. Ver es haber visto.

Imagen: Jonas Bendiksen

jueves, 24 de febrero de 2022

Un instante


 

Allá en China vi una niña con sonrisa de caramelo,

vi banderas que ondeaban como faldas de color removidas por el monzón

y presentí unos años inminentes y terribles y desconsoladores.

Esta mañana no estoy en Wuhan, ni en Shanghái, ni siquiera en Pekín.

Estoy en cualquier punto de Europa,

apoyado en el codo izquierdo, contemplando a través del ventanal un alto edificio de cemento y cristal,

las perezosas nubes

y los pensamientos desgreñados de mi cabeza que el viento revuelve como un puñado de algas,

y algo más allá, en el aulagar de los siglos,

diviso el suceder de los años, las guerras, las revoluciones, un concierto de la banda en el parque de Luxemburgo, un hospital rayado de alaridos, dos novios abrazándose bajo un puente, los dictadores, los ejércitos dejándose arrastrar, los libros de los estudiantes, un conato de revolución en algún lugar de Latinoamérica, la destrucción del capitalismo, un muchacha desnuda bañándose en el río,

y olvido, pero no perdono, los años inicuos

donde una niña, con el porvenir en la punta de los cabellos, sonríe como un caramelo de limón al desprendérsele el papel y fulgir un instante bajo las ramas del flamboyán.

 

 

Blas de Otero. Hojas de Madrid y La Galerna [1968-1979]. En Antología poética. Expresión y reunión. Alianza, 1981.

Imagen: Fan Ho. Afternoon Chat, 1959.