La palabra vendida tiene
manchas
verdosas en el vientre,
fríos flujos
azules que agujerean los
sueños
los días de desgracia y las
noches de insomnio.
Tiene blancas postillas como
espuma de charcos
que estallan rutilantes,
ruin franela rosácea
cardada a contrapelo para
cubrir la herida,
para fingir sentido.
Por el aire viscoso
de la ciudad magnetizada,
interminablemente,
como espectros en celo
se oyen los altavoces
de blandas asonantes
inoculando sombras,
miasmas de pleitesía,
desde el nicho vacío.
¡Cuántas voces
disueltas en medio de la
niebla, cuánto
terco silencio de palabras,
cuántas mudas muecas al
viento de la nada!
Conrado Santamaría. De vivos es nuestro juego. Ruleta Rusa Ediciones, 2015.
Imagen: George Tooker. Sleepers II.
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