El envenenamiento de la verdad
nada hay más amargo que una verdad a medias
dije el cielo está vacío
dije mi perro es triste a la madrugada
dije la historia camina en zig-zag
dije dame un trozo de página para ocultar la nostalgia
una llamada telefónica
un
vendaval en las olas
también mentira las palabras
verdades a medias
quién soportaría el peso de un soneto de Quevedo
la maldición de una niña
una palabra en mitad de la cara
la verdad desnuda
su cadáver envenenado
salgamos de este mundo a la alta claridad de las
estrellas
Blas de Otero. 13-3-1974. Hojas de Madrid con La galerna. Galaxia Gutemberg, Círculo de
lectores, 2010.
Imagen: Odd Nerdrum. Dustlickers, 2000.
La realidad es demasiado grande e inabarcable. Vivimos en representaciones de esa realidad. La mas insigne de las verdades es apenas un trozo que no soporta las preguntas.
ResponderEliminarLa cerilla que encendemos en la noche, que no sirve para iluminar, sino para manifestar la magnitud de las tinieblas. Algo así dijo Faulkner.
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